Cambios bruscos
En la historia de la tierra hay muchos ejemplos de cambios climáticos bruscos. Durante la última Era Glacial, que terminó hace unos 10.000 años, tuvieron lugar cambios climáticos repentinos cada 1000 años.
Los científicos han buscado en las profundidades del hielo interior de Groenlandia y han analizado las capas de hielo que se encuentran ahí hace miles de años. Los análisis muestran que en diversas ocasiones la temperatura media de Groenlandia cambió entre 8-16ºC durante periodos cortos de tiempo - ¡una o dos décadas!. El clima ha sido mucho más estable después de la Era Glacial, pero ha habido variaciones moderadas de clima, como la pequeña Era Glacial en Europa (en los años 1400-1850).
Fuentes de cambios bruscos
Un calentamiento gradual de la Tierra - por ejemplo, debido a una radiación solar más fuerte de lo normal o al incremento del efecto invernadero - puede provocar cambios bruscos en el sistema climático cuando se alcance un umbral determinado. Por ejemplo, los cambios climáticos bruscos durante la última era glacial es probable que ocurrieran cuando las enormes entradas de agua dulce procedentes de los glaciares dejaran de entrar a los océanos, y aparecieran grandes corrientes en el Océano Atlántico llevando calor al Norte de Europa. Los científicos creen que no es probable que experimentemos cambios tan dramáticos en las corrientes oceánicas como las de la era glacial. Pero no pueden descartar la posibilidad de que la fuerza de las corrientes oceánicas pueda cambiar rápidamente y provoque rápidos cambios climáticos en Europa.
Otra posible fuente de cambios bruscos es la enorme cantidad del gas de efecto invernadero metano (CH4) encontrado en el suelo congelado en el Ártico. Si el calentamiento global causa que se derrita el permahielo (o permafrost) y que se libere metano, esto puede provocar un calentamiento muy rápido.

Diseño de modelos de cambios bruscos
Para lo que más se emplean los modelos climáticos es para estimar cambios graduales que son el resultado de elevadas concentraciones de gases de efecto invernadero, y normalmente no sirven para prever cambios bruscos. El cálculo de probabilidades y de las consecuencias de cambios climáticos bruscos es poco fiable - en parte porque no sabemos exactamente dónde se encuentran los "umbrales", o qué causa tales cambios bruscos. Por tanto, sabemos poco sobre cuándo, dónde y cómo surgirán los cambios climáticos como resultado de una atmósfera más cálida.
Consecuencias de los cambios bruscos
Los cambios climáticos repentinos e inesperados suelen tener serias consecuencias. Los cambios bruscos no nos permiten que tengamos la posibilidad de estar preparados. Y para la vida vegetal y animal, los cambios bruscos son especialmente graves, sobre todo para las especies que viven mucho tiempo y no son muy móviles, que están adaptados a un hábitat determinado y en cualquier otro sitio tendrían pocas posibilidades de supervivencia. Los cambios climáticos repentinos dan poco tiempo a tales especies a encontrar nuevos hábitats, y por tanto se pueden extinguir.
Autor: Camilla Schreiner - CICERO (Center for International Climate and Environmental Research - Oslo) - Noruega.
Supervisores científicos: Andreas Tjernshaugen - CICERO (Center for International Climate and Environmental Research - Oslo) - Noruega - 2004-01-20 and Knut Alfsen - Statistics Norway - Noruega - 2003-09-12.
Revisión pedagógica: Nina Arnesen - Marienlyst school in Oslo - Noruega - 2004-03-10.
Última actualización: 2004-03-27.